Ya no vale con llevar la tecnología en el bolsillo. El futuro pasa por 'vestir' los últimos avances técnicos, y en ello están los fabricantes.

La mejor prueba de que la industria wearable, y en particular los smartwatches, será una de las mayores apuestas de los principales fabricantes la vimos en el pasado Mobile World Congress, cuando marcas como Sony o Samsung reservaron un puesto destacado en sus stands para sus respectivos relojes y pulseras inteligentes.

Dispositivos como el Motorola Moto 360, el Asus Zenwatch o la incorporación de Apple y el Apple Watch en la 'carrera' ponen de manifiesto el futuro de estos gadgets.

Sin embargo, ¿qué nos ofrecen los smartwatches y las pulseras inteligentes? ¿Qué podemos esperar dentro de unos años?

Lo cierto es que hoy en día tenemos que hablar más de complementos de los smartphones que de dispositivos autonómos y, en cualquier caso, éstos cubren una serie de necesidades muy básicas, como la lectura de notificaciones en las redes sociales y otros mensajes de texto, comprobar la previsión meteorológica, consultar la agenda, manejar el reproductor de música, etc. Poco a poco, estas especificaciones están avanzando; y, de hecho, el Samsung Gear S permite realizar y recibir llamadas.

El vídeo de presentación de Android Wear, el sistema operativo de Google para dispositivos wearables, muestra perfectamente lo que seremos capaz de hacer desde nuestras muñecas y el tipo de aplicaciones que encontraremos en las tiendas virtuales diseñadas específicamente para esta tecnología, como las que ya ofrecen Samsung y Sony.

En las manos de los desarrolladores está el saber cómo exprimir las capacidades que ofrecen estos gadgets, y a buen seguro que las empresas que inviertan en ellos desde un primer momento tomarán la delantera en una carrera de fondo en la que, sin embargo, todo se mueve cada vez más rápido.