Como hemos visto hasta ahora, la industria móvil debe estar preparada para los cambios y las nuevas tendencias que prometen asentarse a lo largo de este 2016.

No son pocas, y hay algunas que amenazan con cambiar la forma en que interactuamos con los comercios o en nuestro propio hogar:

· Internet of things. O lo que es lo mismo: el Internet de las cosas. Una red creciente que pretende conectar cualquier dispositivo a nuestro alrededor; tanto entre ellos como con nosotros.

Desde una lavadora que envía notificaciones al smartphone cuando está lista, hasta un grifo que nos avisa de que está mal cerrado, pasando por el control del coche desde el propio teléfono móvil; y todo ello llevado a un nuevo nivel en las denominadas como Smart Cities.

Ciudades inteligentes en las que la digitalización de aspectos como el transporte, los residuos o la sanidad permitirá una mejor gestión de los recursos, así como un mayor ahorro y respeto al medio ambiente.

· Beacons. Ya hemos hablado de ellos en varias ocasiones, pero es que sus posibilidades son tremendas.  Su implementación y gestión desde plataformas como Kappta crearía una nueva forma de relación entre los comercios y sus potenciales y actuales clientes, pudiendo monitorizar las notificaciones enviadas, aperturas, recurrencia al establecimiento, etc.



Permitiría no solo conocer los gustos, preferencias y comportamiento de los usuarios, sino obtener una base de datos de gran valor.

· Wearables. Aunque se trata de un sector en pañales, la entrada de gigantes como Apple y las apuestas de otras grandes firmas de la industria como Motorola, Samsung o Sony en conjunción con empresas deportivas hace que estemos ante un terreno por explorar.

El desarrollo e impulso de aplicaciones móviles nativas vinculadas a smartwatches y smartbands conectadas mediante BLE (Bluetooth de bajo consumo) indica que estamos en el buen camino. Eso sí, los actores del mercado deben pensar más allá de las apps hasta ahora más vinculadas a este tipo de tecnologías (deportivas y de monitorización de salud) y aportar valor mediante servicios de utilidad con aplicación directa tanto en el ámbito personal como profesional.