Mil millones de usuarios activos al mes. Esa fue la cifra que se puso Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, como objetivo antes de decidir cuál sería la estrategia a seguir de cara a monetizar su flamante adquisición, WhatsApp.

Logrado ese hito por parte de la app de mensajería instantánea, se ha comenzado a especular con los pasos que dará el gigante azul para rentabilizar una plataforma que, aunque tremendamente exitosa, es un agujero desde punto de vista financiero.

La gran duda, sin embargo, es clara, ¿cómo hacer que WhatsApp sea una aplicación móvil rentable sin molestar a su enorme base de usuarios? Sobre todo si tenemos en cuenta que no son pocos los competidores de la app que están al acecho, dispuestos a arrebatarle cuota de mercado: Telegram, Line, Viber...

Zuckerberg dejó claro tras la compra de WhatsApp que no creía que los anuncios fueran "la forma adecuada de monetizar la mensajería", añadiendo que "la publicidad no es solo la ruptura de la estética, es un insulto a la inteligencia".

Facebook Messenger, el laboratorio de pruebas

Según han podido conocer medios norteamericanos, Facebook se está preparando para que las empresas puedan usar Messenger como un nuevo canal de comunicación con los clientes.

Para ello, una vez un usuario ha iniciado un chat con la compañía en cuestión, esta puede continuar la conversación mandando contenidos relacionados con la marca. La idea, desde luego, es que nunca se llegue a ser intrusivo y que el usuario pueda detener las comunicaciones (que, repetimos, tienen que ser iniciativa del cliente, nunca de la empresa) en cualquier momento.

Teniendo en cuenta la popularidad de las aplicaciones de mensajería instantánea, que han conseguido que hasta el 74% de los jóvenes españoles queden menos en persona de acuerdo con un reciente estudio, estamos hablando de un mundo de posibilidades para las empresas. Un canal directo con los usuarios, a través de un dispositivo, el smartphone, que puede consultarse en cualquier lugar y en cualquier momento.

¿Terminaremos por decir adiós a la clásica atención telefónica de las empresas? Parece que la comunicación interna pasará por el desarrollo de aplicaciones nativas B2E (Business 2 Employees) como herramienta de acceso a la información, sobre todo en compañías altamente deslocalizadas; y las plataformas seguras de microblogging como elementos de apoyo y soporte a los grupos de discusión y proyectos dentro de dichas compañías.